¿Vaya título más largo verdad?
Pues es el nombre de una asignatura de 2º de Educación Social en Oviedo, incluida en el nuevo plan de estudios de grado.
A simple vista puede sugerir mil opiniones, pero yo voy a dar la mía.
Considero que está siendo una muy buena decisión del departamento. Y además no podía haber sido más oportuna. En medio de un momento de crisis, de ruptura, de revolución, de indignación frente a eso que llaman democracia, nos amueblan la cabeza para entender que nos ha pasado, que nos está pasando y por qué.
El último trabajo de esta asignatura es leer y debatir sobre el artículo de Félix Ovejero Lucas, Las democracias y los indignaos, http://www.fuhem.es/newsletter/doc/PAPELES_116_Destacado.pdf (os lo recomiendo). Hay algo a lo que se refiere que para mí es palpable en la sociedad y también en las aulas. Me refiero a esa liberación de las gentes de las fatigas y problemas de la participación política. Refiriéndose a lo que el autor llama la «libertad negativa».
Nadie debería dejar de participar en la actividad política (que no es política profesionalizada), pero muchísimo menos l@s educadores/as sociales, pues si no ¿cómo vamos a defender, proteger y promover los derechos humanos?